Aquí va una crónica de lo que sucede con los libros cuando termina su vida activa, esos que han pasado meses, años, en el almacén del distribuidor y hay que deshacerse de ellos. Un triste final.
Página personal de José Ovejero
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Jose Ovejero 
Muy triste e interesante. No me imaginé nunca el fin de los libros así. Me parecía que la mayoría, los prohibidos, los que eran considerados pecaminosos, eran quemados en grandes hogueras, y no únicamente por la Inquisición, sino por las mismas sociedades que oficiaban de tales y los descartaban. Antes de que muera así, me gustaría localizar un ejemplar de tu » China para hipocondríacos». Si aún existe, hay que salvarlo de la guillotina.
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Así es, Alfa, ése es el sitio en el que acaban tantos libros. He mirado lo de China para hipocondríacos y es verdad que ya no se encuentra por ningún sitio, ni siquiera la edición más reciente en bolsillo -sólo se encuentra en Kindle-. Si un día voy a Uruguay te llevo un ejemplar.
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¡ Me encantaría que vinieras a Uruguay! Ojalá que algún día lo puedas concretar. Uruguay no es Argentina, Montevideo no es Buenos Aires pero tiene sus encantos. Ya verás.
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Sí que se encuentra, por los pelos. En Iberlibro.com. He visto 19 posibilidades, hoy, 7 de Agosto de 2017.
Es un libro preciosísimo.
Abrazos,
Klinecosette
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