Mujer lenta

aquetaciÛn 1Premio Juan Gil Albert 2018

Editorial Pre-Textos

 

Acabar un libro

Acabar un libro es como separarte
de alguien a quien quisiste, que llenó tus días,
que iluminó tus noches, y estuvo bien, todo
estuvo muy bien, pero las cosas terminan
como termina ese tiempo en el que dices te quiero
justo cuando lo sientes. Mal o bien acaban
las historias, tienes que cerrar el libro
y pasar al siguiente o aceptar el vacío, entender
que la nada y el vértigo
son parte de estar viva.

Acabar un libro es
como dejar la casa en la que has vivido muchos años
y mudarte a otro barrio, a otra ciudad, a otro país,
aceptar la posibilidad de que las cosas
suceden sin motivo, que el mundo no existe
para ti sola, y que tú eres
como esa piedra, como esa baba, como ese día
en el que podría haber llovido
y nadie se dio cuenta.

Nada permanece, todo cambia,
salvo un dejo de tristeza que te acompaña libro a libro,
salvo ese deseo de que las historias continúen
y el protagonista
no muera en la página cien. Acabar un libro es
como empezarlo, entrar en otra vida y decirte
esta vez
saldré
indemne.

 

Y nunca es cierto.