Conocí a  Begoña Huertas hará veinte años. Ella acababa de publicar A tragos. Luego no volvimos a vernos hasta hace relativamente poco. Entremedias había ocurrido todo lo que cuenta en El desconcierto. Y sí, quieras o no, piensas: esto también me podría haber ocurrido a mí. Un libro que recuerda la fragilidad de cualquier esperanza, de cualquier plan.

El desconcierto

 

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